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Categoría: Evangelio del día

Lectura de hoy viernes para el Santo Evangelio de hoy 4 diciembre 2020. Oración del día y reflexión del Papa. Mateo 9,27-31. Palabra y Evangelio del día.

Lecturas de hoy viernes - Santo Evangelio del día 4 diciembre, 2020.

Lecturas de hoy viernes para el Santo Evangelio del día 4 de diciembre, 2020. Reflexión sobre el Evangelio de hoy, en Mateo 9,27-31 - Meditación del Evangelio de hoy por el Papa Francisco. "Recurramos al Señor siempre y en todo momento. Él puede libarnos de todas nuestras cegueras espirituales. Ya no estemos ciegos a la alegría debido a que tenemos la mirada puesta en un pasado de dolor. Pidamos a Dios con insistencia que Él pueda abrir los ojos de nuestra alma completamente". Reflexión sobre la lectura de hoy y la oración del día para tu vida en el primer viernes de Adviento. "Rezar es atraer los ojos, atraer el corazón de Dios hacia nosotros", Papa Francisco.


Celebración de hoy.

Santa Bárbara, mártir.


Lecturas de hoy viernes.

Primera Lectura de hoy para el Evangelio del día en el primer viernes de Adviento: Lectura del Libro del profeta Isaías 29,17-24: "Los oídos de los sordos se abrirán y los ojos de los ciegos verán".

Falta muy poco tiempo para que el Líbano se convierta en un jardín y que el jardín, en cambio, pase a ser un zarzal. Aquel día, los sordos oirán las palabras de un libro, y libres de la sombra y de las tinieblas, los ojos de los ciegos volverán a ver. Los humildes aún se alegrarán con el Señor y los más pobres quedarán felices con el Santo de Israel, pues ya no habrá más opresor. Habrá desaparecido el que se reía de todos y habrán sido eliminados todos los malvados, los que hacen condenar a otro porque saben hablar y les meten trampas a los jueces al tribunal, y niegan, por una coma, el derecho del bueno. Por todo esto, así lo declara el Señor, Dios de la familia de Jacob, él, que rescató a Abraham: "En adelante, Jacob ya no será defraudado ni tendrá por qué verse pálido, pues, al ver a sus hijos de vuelta a su casa -gracias a mí- se pondrá a alabar mi Nombre." Festejarán al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel. Los descarriados entrarán en razón y los rebeldes se dejarán instruir.


Salmo de hoy viernes.

Salmo responsorial para las lecturas de hoy tomado del Salmo 27(26),1,4,13-14: "El Señor es mi luz y mi salvación." (R).

  • El Señor es mi luz y mi ayuda; ¿a quién debo temer? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿ante quién me encogeré? (R).
  • Hay una cosa que le pido al Señor, por lo que anhelo, vivir en la casa del Señor, todos los días de mi vida, para saborear la dulzura del Señor, para contemplar su templo. (R).
  • Estoy seguro de que veré la bondad del Señor en la tierra de los vivos. Esperad en él, manteneos firmes y tened corazón. ¡Esperad en el Señor! (R).


Aclamación del Evangelio de hoy.

"¡Aleluya, aleluya! Envíen la victoria como un rocío, cielos, y dejen que las nubes la hagan llover. Dejen que la tierra se abra y que surja el salvador. ¡Aleluya!" (Lectura de hoy tomada de Isaías 45,8)


Evangelio de hoy - Mateo 9,27-31.

Evangelio de hoy explicado  - Lecturas de hoy para el Santo Evangelio del día viernes 4 de diciembre (La curación de dos ciegos por la misericordia de Dios): En aquel tiempo, cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: "Ten piedad de nosotros, Hijo de David". Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó: "¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?" Ellos le respondieron: "Sí, Señor". Jesús les tocó los ojos, diciendo: "Que suceda como ustedes han creído". Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: "¡Cuidado! Que nadie lo sepa". Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región". Palabra del Señor.


Reflexión del Evangelio de hoy por el Papa Francisco.

"Rezar es atraer los ojos, atraer el corazón de Dios hacia nosotros". Papa Francisco.

Sobre las lecturas de hoy, nos damos cuenta de que la oración es un grito que no teme molestar a Dios, hacer ruido, como cuando se llama a una puerta con insistencia. He aquí, el significado de la oración dirigida al Señor con espíritu de verdad y con la seguridad de que Él puede escucharla de verdad.

Vemos que en la lectura de hoy, los ciegos, que seguían al Señor, gritaban para ser curados. También el ciego a la entrada de Jericó gritaba y los amigos del Señor querían hacerle callar. Pero ese hombre pidió una gracia al Señor y la pidió gritando, como diciendo a Jesús: "¡Hazlo! Yo tengo derecho a que tú hagas esto".

El grito es aquí un signo de la oración. Jesús mismo, cuando enseñaba a rezar, decía que se hiciera como un amigo inoportuno que, a medianoche, iba a pedir un trozo de pan y un poco de pasta para los huéspedes. O bien hacerlo como la viuda con el juez corrupto.

Con esta lectura de hoy, vemos que, en esencia, hacerlo, diría yo, molestando. No lo sé, tal vez esto suena mal, pero rezar es un poco como molestar a Dios para que nos escuche. Es el Señor mismo quien lo dice, sugiriendo rezar como el amigo a medianoche, como la viuda al juez. Por lo tanto, rezar es atraer los ojos, atraer el corazón de Dios hacia nosotros. Y eso es precisamente lo que hicieron también los leprosos del Evangelio, que se acercaron a Jesús para decirle: "Si tú quieres, puedes curarnos". Y lo hicieron con una cierta seguridad.

Así, Jesús nos enseña a rezar. Nosotros, habitualmente presentamos al Señor nuestra petición una, dos o tres veces, pero no con mucha fuerza: y luego me canso de pedirlo y me olvido de pedirlo. En cambio, los ciegos de los que habla Mateo en el pasaje evangélico gritaban y no se cansaban de gritar.

Jesús nos dice: PEDID. Pero también nos dice: ¡llamad a la puerta! Y quien llama a la puerta hace ruido, incómoda, molesta. Precisamente estas son las palabras que Jesús usa para decirnos cómo debemos rezar. Pero este es también el modo de oración de los necesitados que vemos en el Evangelio.

De esta manera, como podemos apreciar en la lectura de hoy, los ciegos se sienten seguros de pedir al Señor la salud, de tal manera que el Señor pregunta: "¿Creéis que yo puedo hacer esto?." Y le responden: "Sí, Señor. ¡Creemos! Estamos seguros". He aquí, las dos actitudes de la oración: es expresión de una necesidad y es segura.

Con la lectura de hoy, observamos que la oración es necesaria siempre. La oración, cuando pedimos algo, es expresión de una necesidad: necesito esto, escúchame Señor. Además, cuando es auténtica, es segura: escúchame, creo que tú puedes hacerlo, porque tú lo has prometido. La auténtica oración cristiana está cimentada en la promesa de Dios. Él lo ha prometido. Recordemos las palabras de Isaías (29,17-21): "Oirán los sordos las palabras del libro; sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos de los ciegos". Este pasaje es una promesa. Todo esto es una promesa, la promesa de la salvación: "yo estaré contigo, yo te daré la salvación". Y es con esta seguridad que nosotros decimos al Señor nuestras necesidades. Pero seguros de que Él puede hacerlo.

Cuando rezamos, es el Señor mismo quien nos pregunta: "¿Tú crees que yo pueda hacer esto?". Un interrogante del que brota la pregunta que cada uno debe hacerse a sí mismo: "¿Estoy seguro de que Él puede hacerlo? ¿O rezo un poco, pero no sé si Él lo puede hacer?". La respuesta es que Él puede hacerlo, incluso el cuándo y el cómo lo hará no lo sabemos. Precisamente esta es la seguridad de la oración. (Homilía de la Lectura de hoy. Santa Marta, 6 de diciembre de 2013.)


Oración del día para el Evangelio de hoy.

Señor, quiero reconocerme ciego ante tu Presencia, porque muchas veces no me doy cuenta de todas tus actuaciones amorosas en mi vida y de todas las bendiciones que me has dado. Líbrame de esa ceguera que no me permiten ver con claridad tu deseo de amor. Necesito de tu Fuerza y Gracia que desintegra esa oscuridad que me envuelve, dándome fuerza y seguridad para salir adelante. Amén. (Extraído de nuestro devocional diario de la oración del día para las lecturas de hoy)


Propósito del Evangelio de hoy.

Dejar a un lado el rencor y el dolor y acercarse a esa persona con la que he estado molesto durante un buen tiempo.

Perdonar alivia alma y corazón.


Frase de reflexión.

"Rezar y amar, he aquí la vigilancia. Cuando la Iglesia adora a Dios y sirve al prójimo, no vive en la noche. Aunque esté cansada y abatida, camina hacia el Señor. Invoquémoslo: Ven, Señor Jesús, te necesitamos". Papa Francisco.


Video reflexión del Evangelio de hoy explicado.

Al meditar las lecturas de hoy viernes y después de haber leído el texto de Evangelio del día explicado, escucha ahora la reflexión correspondiente a las lecturas de hoy con la meditación del Santo Evangelio de hoy Mateo 9,27-31, en audio. Palabra de Dios comentada para la vida diaria. "No hay peor ciego que el que no quiere ver. La peor ceguera que puede haber es la ceguera espiritual. Si quieres abrir bien nuestros ojos, miremos el Corazón misericordioso de Jesús". Reflexión de la lectura de hoy.

Pulsa en el ícono de Play para comenzar a escuchar la reflexión de las lecturas de hoy para el Evangelio del día viernes.


Índice de lecturas del día.


Intenciones para el día 4 de diciembre.

No hay nada más sanador que la Palabra de Dios. Al meditar todas las lecturas de hoy con el Santo Evangelio del día con Mateo 9,27-31, profundizas en tu relación personal con Dios. La oración del día expresa una petición de transformación. "En la medida que nuestra atención está condicionada por nuestro corazón enfermo, bien puede pasar que estamos ciegos. Si dejamos enfermar nuestra alma por el vacío de Dios, entonces estaremos ciegos. Hay personas ciegas a la alegría porque se enfocan en su pasado triste. Dejemos atrás la ceguera espiritual que no nos permite ver la esperanza de un futuro mejor al lado de Dios". Con la lectura de hoy viernes, pidamos por esas intenciones de oración para el día de hoy que quieres expresar. Escribe en los comentarios todo aquello que quieres que Dios pueda darte o sanarte a través de la lectura de hoy y su Palabra viva en el Evangelio de hoy 4 de diciembre, 2020. Paz y bien a tu vida.

Otros Evangelios del día.

Audio Evangelio: Fray Nelson Medina, O.P.

Redacción y edición: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

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