Papa en Chipre: Los Muros no existen ni deben existir en la Iglesia

Chipre, 2/12/2021.- La Iglesia Católica es un mosaico de diferentes ritos y culturas y debe mostrar al mundo la belleza de acoger a todas las personas como hermanos y hermanas, dijo el Papa Francisco a los católicos de Chipre. Al comenzar su visita a la isla, del 2 al 4 de diciembre, con un encuentro con obispos, sacerdotes y religiosos, más que con funcionarios del gobierno, el Papa Francisco destacó el valor religioso de la acogida y la diversidad en una nación que lucha contra la migración.

Situada en el extremo oriental del Mediterráneo y justo al sur de Turquía, Ciro tiene una gran mayoría ortodoxa, pero también comunidades centenarias de católicos maronitas y de rito latino, cuyo número ha crecido gracias a los trabajadores extranjeros, especialmente de Filipinas, Vietnam, Sri Lanka e India.

Papa Francisco: tocaremos heridas.

En el vuelo de Roma a Larnaca, una ciudad sobre el mar a unos 50 kilómetros de Nicosia, el Papa Francisco dijo a los periodistas: "Será un hermoso viaje, pero tocaremos algunas heridas".

Una de esas heridas -el hecho de que durante más de 40 años la isla haya estado dividida entre el sur, mayoritariamente grecochipriota, y el norte, mayoritariamente turcochipriota- explicaba por qué el Papa aterrizó en Larnaca. El aeropuerto de Nicosia es ahora principalmente la sede de la fuerza de paz de la ONU que patrulla la "línea verde" entre el norte y el sur.

La otra herida -la migración- fue el centro de atención del Papa incluso antes de dejar su residencia el 2 de diciembre. Se reunió con 12 refugiados de Siria, Congo, Somalia y Afganistán que ahora viven en Italia. Algunos de ellos, dijo el Vaticano, llegaron a Roma desde la isla griega de Lesbos con el papa en 2016. El Papa tiene previsto realizar su segunda visita a Lesbos el 5 de diciembre.

Y, antes de llegar al aeropuerto de Fiumicino de Roma, el Santo Padre se detuvo en la cercana parroquia de Santa María de los Ángeles y saludó a los 15 refugiados que la parroquia apoya.

En el avión, un reportero francés le entregó al Papa Francisco un regalo de una parroquia católica de Calais (Francia): una cometa hecha con los jirones de las tiendas de campaña de los solicitantes de asilo atrapados en Calais, pero que esperan llegar a Inglaterra. Incluía el nombre, Aleksandra Hazhar, de una niña nacida prematuramente en la playa de Calais en 2020; murió unos días después.

Papa Francisco sobre Chipre.

Al reunirse con los obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas en la catedral maronita, que se encuentra en la "línea verde" y tiene a los guardianes de la paz con brazaletes azules patrullando al frente, el Papa Francisco describió a Chipre como "una tierra de campos dorados, una isla acariciada por las olas del mar, pero sobre todo una historia de pueblos entrelazados, un mosaico de encuentros."

"La Iglesia, como católica, universal, es un espacio abierto en el que todos son acogidos y reunidos por la misericordia de Dios y la invitación al amor", dijo el papa. "Los muros no existen ni deben existir en la Iglesia católica. Porque la iglesia es una casa común, un lugar de relaciones y de convivencia en la diversidad."

"¿Quién es la fuente de la unidad en la iglesia?", preguntó el papa. "El Espíritu Santo. ¿Y quién es la fuente de la diversidad en la Iglesia? El Espíritu Santo".

Y, animando a los obispos y sacerdotes a ser pacientes con su gente y sensibles a sus diferencias culturales, el Papa Francisco dijo que el "proselitismo dentro de la iglesia" puede ser tan dañino como el proselitismo fuera. Guiar y corregir a la gente es una cosa, dijo, pero debe hacerse con suavidad y con gran misericordia.

"Necesitamos una iglesia paciente", dijo el Papa, "una iglesia que no se deje trastornar y perturbar por los cambios, sino que acoja con calma las novedades y discierna las situaciones a la luz del Evangelio."

El Papa Francisco expresó que "la labor que estáis llevando a cabo en esta isla, al acoger a los nuevos hermanos y hermanas que llegan de otras orillas del mundo, es preciosa". "Como el apóstol Bernabé, descrito en los Hechos de los Apóstoles como chipriota, también vosotros estáis llamados a fomentar una mirada paciente y atenta, a ser signos visibles y creíbles de la paciencia de Dios, que nunca deja a nadie fuera del hogar, privado de su abrazo amoroso", aseguró el Santo Padre.

"La Iglesia de Chipre tiene estos mismos brazos abiertos: Acoge, integra y acompaña", dijo el Papa Francisco, tras escuchar a la hermana Perpetua Nyein Nyein Loo, de San José, hablar en nombre de las cuatro congregaciones femeninas que trabajan en la isla.

El Papa Francisco aseguró que "además de dirigir las escuelas, gran parte de nuestro trabajo consiste en defender los derechos humanos básicos de los necesitados y de los trabajadores inmigrantes, que con frecuencia deben soportar la carga de deudas desproporcionadas, así como un trato duro e injusto, incluyendo salarios no pagados, jornadas de trabajo excesivamente largas, abusos verbales y físicos y otras formas de discriminación."

Así entonces, el Papa Francisco también animó a los católicos a mostrar "respeto y amabilidad" hacia las demás comunidades cristianas del país.

El cardenal Bechara Rai, patriarca de la Iglesia católica maronita con sede en el Líbano, dio la bienvenida al Papa a la catedral y le dijo que las principales comunidades cristianas de la isla -la ortodoxa chipriota, la maronita y la católica de rito latino y la ortodoxa armenia- mantienen "relaciones óptimas."

Pero el Papa Francisco dijo que ese mismo tipo de paciencia y aceptación es necesario también dentro de la Iglesia. "Somos hermanos y hermanas amados por un único Padre", les dijo el Santo Padre.

"Discutir es normal", dijo el Papa, añadiendo como un aparte que "él y sus cuatro hermanos discutían casi todos los días cuando crecían, pero aun así se reunían como una familia alrededor de la mesa"... "Esto es lo que significa la fraternidad en la Iglesia: Podemos discutir sobre visiones, sensibilidades e ideas diferentes", dijo el Papa Francisco. "Pero recordemos siempre: Discutimos no para pelear o imponer nuestras propias ideas, sino para expresar y vivir la vitalidad del Espíritu, que es amor y comunión."