En un video mensaje, el Papa Francisco ha expresado su cercanía a tres sacerdotes que han sido golpeados por el Covid-19 en Argentina
Papa Francisco reza por sacerdotes de Argentina golpeados por el Coronavirus.
El Papa Francisco ha expresado sus oraciones, su cercanía y su solidaridad con los "Curas villeros", o sacerdotes que viven y trabajan en las "Villas miserias", los barrios pobres o villas miserias de la capital argentina, Buenos Aires. En un breve mensaje de vídeo, el Santo Padre ha expresado en particular su cercanía a tres sacerdotes que han sido golpeados por el Covid-19 en el ejercicio de su ministerio.
"Quiero decirles que estoy cerca de ustedes, que rezo por ustedes y que los acompaño en este momento. Sé que están luchando con sus oraciones y con la ayuda de los médicos", dijo el Papa en su mensaje de vídeo publicado por los "Curas villeros" el 9 de julio en su cuenta de Twitter.
Sacerdotes golpeados por Covid-19
En el video mensaje, el Papa FranciscoMencionó en particular al Padre Basilicio Brítez, conocido popularmente como "Bachi", calificándolo de "pionero de Villa Palito", en lo que hoy se conoce como Barrio Almafuerte, uno de los barrios más pobres de la ciudad. El Santo Padre lo confió al Señor en este difícil momento. Invitó a todos los fieles a "dar gracias a Dios por el testimonio de estos sacerdotes y rezar por su salud".
Iniciado a finales de los años 60, el grupo de "Curas villeros" recibió un nuevo impulso y estímulo en los años 90 del arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio, el futuro Papa Francisco. Hoy en día, el grupo está formado por 22 sacerdotes que trabajan en 8 diferentes barrios de Buenos Aires, habitados por miles de personas.
El Padre Pepe un modelo.
Entre los rostros más conocidos está el del Padre José María Di Paola, o "Padre Pepe". Durante un encuentro con los párrocos de la diócesis de Roma el 2 de marzo de 2017, en la basílica de San Juan de Letrán, el Papa lo tomó como modelo.
Durante el encuentro, el Papa Francisco recordó la historia de un joven drogadicto y traficante que se estaba rehabilitando en el centro Hogar de Cristo del Padre Pepe en Buenos Aires. El hombre que luchaba contra el impulso de abandonar el centro fue ayudado mucho por el sacerdote. Un día el drogadicto le dijo al Padre Pepe que no podía soportarlo más, que echaba mucho de menos a su familia, a su mujer y a sus dos hijos, y que quería volver con ellos.
El Padre Pepe le preguntó si se sentía así antes cuando tomaba y vendía drogas. El hombre asintió en silencio. El sacerdote le dio una palmadita en el hombro y le dijo: "Vete, ya basta", es decir, "date cuenta de lo que ha pasado y de lo que dices, y gracias a Dios que ahora los echas de menos".
Qriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.
