Papa Francisco: Jesús está siempre al lado de nosotros para darnos esperanza... A Dios no le gusta ser amado como le gustaría a un señor de la guerra.
Papa Francisco: A Dios no le gusta ser amado como un Señor de la Guerra.
"Si les parece difícil encontrar a Dios en este mundo, es porque él elige estar con los derrotados y abatidos en lugares donde la mayoría de la gente está reacia a ir... Dios, no es el señor de la guerra que reclama sangre del enemigo", así lo dijo el Papa Francisco en su audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro en el Vaticano que celebró el 24 de mayo, 2017.
La audiencia comenzó justo después de que el Papa Francisco se reuniera con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
"A Dios no le gusta ser amado como le gustaría a un "señor de la guerra", que va arrastrando su pueblo a la victoria mientras los degrada en la sangre de sus enemigos. Nuestro Dios es como una pequeña llama que arde en un día frío y ventoso, y por más frágil que su presencia pueda parecer en este mundo, ha elegido el lugar que todos desprecian", dijo el Santo Padre.
El Papa Francisco, continuó con su serie de conversaciones sobre la esperanza cristiana, y esta vez dio una mirada al pasaje del Evangelio de Lucas, que habla sobre los dos discípulos que viajaban en el camino de Emaús después de que Jesús había sido crucificado y enterrado. Al respecto el Santo Padre dijo:
En la vida podemos sentirnos derrotados.
En la historia, los discípulos están luchando para entender qué podría haber sucedido con el destino del hombre en el que tenían fe: el hijo de Dios.
Su esperanza era meramente humana, y se quebraron fácilmente tras una derrota tan imprevista de Dios, que parecía indefenso a manos de los violentos, incapaz de ofrecer resistencia al mal.
"¿Cuánta infelicidad, cuántas derrotas, cuántos fracasos hay en la vida de cada persona?", se preguntó el Papa. "En esencia, todos somos como esos dos discípulos. Justo cuando la vida parece estar yendo bien, algo malo pasa y nos encontramos derrotados, decepcionados", indicó.
Jesús camina con nosotros ofreciendo esperanza.
Pero así como Jesús estaba en el camino con los discípulos, también está caminando con todos nosotros en nuestros viajes por la vida.
Jesús camina con todos los que están desanimados, que caminan cabizbajos, para así ofrecerles una esperanza renovada. Pero lo hace con discreción, porque nuestro Dios no es un Dios intruso.
A pesar de que Él sabe lo que está molestando a los discípulos, les hace una pregunta y los escucha con paciencia, dejándolos aprovechar las profundidades de su amargura y tristeza.
Permite que Dios rompa tu vida.
Quien lea la Biblia no encontrará historias de heroísmo fácil, campañas ardientes de conquista. La verdadera esperanza nunca es barata, siempre viene a través de la derrota.
De hecho, la esperanza que sienten los que nunca han sufrido, no puede ser esperanza en absoluto.
Los discípulos inicialmente no reconocieron a Dios en el camino porque su esperanza había estado siempre con un líder victorioso y conquistador. Sólo lo reconocen cuando toma el pan, lo bendice, lo parte y se los da, exactamente como lo hizo con su propia vida.
La Iglesia debe ser así también, debemos dejar que Jesús nos tome, nos bendiga, rompa nuestras vidas, porque no hay amor sin sacrificio, y la ofrezca a otros, ofreciéndonos a todos.
La Iglesia necesita ser como Jesús, no permanecer en una fortaleza fortificada, sino en donde todo está vivo y sucediendo, en el camino.
La Iglesia está allí, encuentra a la gente, con sus esperanzas y decepciones, escucha pacientemente lo que emerge de su cofre del tesoro de la conciencia personal y ofrece la Palabra vivificante y el testimonio del amor de Dios. Así es como los corazones de las personas se reavivan con esperanza real.
Jesús ofrece la terapia de la esperanza.
Justo cuando el camino parece bloqueado por un muro, Jesús está siempre al lado de nosotros para darnos esperanza y fortalecer nuestros corazones para seguir adelante. "Yo estoy contigo"
"La terapia de esperanza de Cristo es que, a pesar de todo, continuamos siendo amados y Dios nunca dejará de amarnos. Caminará con nosotros siempre, incluso en los momentos más dolorosos, incluso en los momentos más terribles, en los momentos de derrota, ahí es donde está el Señor", afirmó el Papa Francisco al concluir con su reflexión.
Qriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.
