Papa Francisco: Comprométanse con el Espíritu Santo y ábranle sus corazones al Espíritu antes de tomar decisiones importantes
"El Espíritu Santo es el maestro del discernimiento. Una persona que no tiene la agitación del Espíritu Santo en su corazón no puede discernir lo que está sucediendo", así lo expresó el Papa Francisco durante la homilía de la Santa Misa celebrada en la Casa Santa Marta, en donde además, explicó que "es el Espíritu Santo quien mueve nuestros corazones, nos inspira y nos provoca emociones"
El Papa Francisco ha instado a los cristianos a comprometerse con el Espíritu Santo y a abrir sus corazones al Espíritu antes de tomar decisiones importantes.
Acercándonos al Domingo de Pentecostés, el Papa Franciso dijo que la Iglesia está haciendo oraciones para que el Espíritu Santo entre en nuestros corazones, en nuestras parroquias y en nuestras comunidades.
El Papa Francisco habló de lo que podría llamarse "el Pentecostés de Éfeso", explicó que, aunque la comunidad en Efeso había recibido la fe, no tenían ni idea de que el Espíritu Santo existía. A continuación sus palabras:
La comunidad de Efesos eran buenas personas, gente de fe; pero no estaban conscientes de este don del Padre.
Cuando Pablo puso las manos sobre su cabeza, el Espíritu Santo vino sobre ellos y comenzaron a hablar en diferentes lenguas.
El Espíritu Santo mueve corazones
El Espíritu Santo mueve corazones, así como podemos leer en los Evangelios, los cuales hablan de muchas personas que se acercan a Jesús, como Nicodemo, como la mujer que había sufrido sangrado durante doce años, como el samaritano, como el pecador.
Hoy, debemos preguntarnos: "¿qué lugar tiene el Espíritu Santo en mi vida? ¿Soy capaz de escucharlo? ¿Puedo pedir inspiración antes de tomar una decisión o hacer algo importante? ¿O prefiero mi corazón tranquilo, carente de emoción y agitación?"
Si se realiza un electrocardiograma en algunos corazones, el resultado sería una línea son movimientos, totalmente carente de emoción.
Incluso en los Evangelios, todavía hay corazones así, pensamos en los doctores de la ley, quienes creían en Dios, conocían todos los mandamientos, pero sus corazones estaban cerrados, no estaban inquietos.
El Espíritu Santo es maestro del discernimiento
Hay que dejarse inquietar, es decir, pedir al Espíritu Santo que les ayude a discernir, no tener una fe ideológica.
Déjate inquietar por el Espíritu Santo: "Eh, yo siento que debo hacer esto, pero Padre, ¿me estoy dejando llevar por mis sentimientos?" - "No, puede ser que sí, pero no, estás en el camino correcto, no te estás dejando llevar por tus sentimientos". Debes sentir la necesidad de comunicarte con Él.
El Espíritu Santo es el maestro del discernimiento. Una persona que no tiene la agitación del Espíritu Santo en su corazón no puede discernir lo que está sucediendo. Esa persona tiene una fe fría, una fe ideológica.
¿Cómo es tu relación con el Espíritu Santo?
El drama de los doctores de la ley quienes estaban enojados con Jesús, derivaba del hecho de que sus corazones estaban cerrados al Espíritu Santo.
Pídele al Espíritu Santo que te guíe en el camino de la vida cotidiana. Pídele al Espíritu Santo que te dé la gracia de distinguir lo bueno de lo menos bueno, porque es fácil distinguir lo bueno de lo malo.
Miren su corazón y ábranlo al Espíritu Santo.
En el Apocalipsis, el apóstol Juan comienza invitando a las Siete Iglesias, las siete diócesis de la época, a escuchar al Espíritu Santo
Pedimos también la gracia de poder escuchar lo que el Espíritu le dice a nuestra Iglesia, a nuestra comunidad, a nuestra parroquia, a nuestra familia y le pedimos la gracia de aprender el lenguaje que nos permitirá entender.
