El Vaticano ha confirmado que Fernando Karadima fue despedido del estado clerical por el Papa Francisco debido a los abusos
Vaticano, 28/09/2018.- El Papa Francisco expulsó del sacerdocio a un chileno que ganó notoriedad por abusar sexualmente de jóvenes en su parroquia, así lo indicó un reciente comunicado firmado por el Papa Francisco el 27 de septiembre, y del cual Karadima fue informado de la decisión al día siguiente
En una declaración publicada el 28 de septiembre, el Vaticano dijo que Fernando Karadima fue despedido del estado clerical por el Papa Francisco, quien "tomó esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la iglesia".
Citando la ley canónica, el Vaticano dijo que el Papa Francisco "ejerció su poder ordinario supremo, pleno, inmediato y universal en la iglesia consciente de su servicio al pueblo de Dios como sucesor de San Pedro".
El vocero del Vaticano, Greg Burke, dijo que esto una señal de la "línea dura contra los abusos" del Papa Francisco. Burke agregó:
"Estábamos frente a un caso muy grave de podredumbre que tenía que ser arrancado por su raíz. Esta es una medida excepcional, sin lugar a dudas, pero los graves crímenes de Karadima han causado un daño excepcional en Chile".
Conocido como un sacerdote influyente y carismático, el padre Karadima fundó un grupo de Acción Católica en una rica parroquia de Santiago y atrajo a cientos de jóvenes al sacerdocio. Cuatro de los protegidos de Karadima se convirtieron en obispos, incluido el obispo retirado Juan Barros de Osorno.
Sin embargo, varios ex seminaristas de "El Bosque" revelaron en 2010 que el sacerdote chileno abusó sexualmente de ellos y de otros miembros de la comunidad parroquial durante años.
Un año después, el Vaticano condenó a Karadima a una vida de oración y penitencia después de ser declarado culpable de abuso sexual.
El Papa Francisco, que inicialmente defendió la designación del Obispo Barros como cabeza de la Diócesis de Osorno en 2015, se disculpó después de recibir un informe de 2.300 páginas del Arzobispo Charles Scicluna de Malta. Posteriormente, aceptó la renuncia del Obispo Barros el 11 de junio.
En una carta publicada el 11 de abril, el Papa Francisco dijo que se había equivocado en su evaluación de la situación en Chile, y pidió el perdón de los sobrevivientes y de otros que ofendió.
Además de esto, el Papa Francisco Invitó a tres supervivientes a los que Karadima abusó: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, a Roma a fines de abril.
Juan Carlos Cruz, twitteó el 28 de septiembre que tenía "un nudo en el estómago" después del anuncio de la expulsión de Karadima del sacerdocio.
"Nunca pensé que vería este día. Un criminal que ha arruinado la vida de tantas personas con su abuso. Le agradezco al Papa Francisco por hacer esto. Espero que miles de sobrevivientes sientan un poco del alivio que siento hoy".
El Papa Francisco también se había reunido con un segundo grupo de sobrevivientes, compuesto por sacerdotes y laicos, abusado por el ahora ex sacerdote el 2 de junio.
Además, se reunió con el hermano de Karadima, Oscar, quien habló con el Papa Francisco sobre el sufrimiento que su familia sufrió después de la revelación de que su hermano fue encontrado culpable de abuso sexual. Al respecto de Fernando Karadima, en una entrevista con el periódico chileno La Tercera, publicada el 17 de junio, Oscar expresó:
"Le hablé de Fernando, le conté cómo era Fernando con su familia, con nosotros: era un hombre arrogante, autoritario, un hombre al que teníamos miedo y que incluso mi madre le tenía miedo".
El hermano dijo que había lágrimas en sus ojos cuando relató su dolor y el de su familia y que el Papa Francisco le tocó la mano y lo animó.
Después de escucharlo, el Papa Francisco agarró un pedazo de papel y escribió un mensaje para la familia Karadima. que decía así:
"A la familia de Oscar Karadima, con mi bendición y mi dolor por tanto sufrimiento que soportan. En nombre de Fernando, silencioso e incapaz de darse cuenta (de sus errores), les pido perdón".
Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.
