Papa Francisco: La humildad es también nuestro camino, el camino que Dios muestra a los cristianos para seguir adelante
"Los cristianos están llamados a seguir el mismo camino de humillación que Jesús siguió hasta la cruz, y no deben hacer alarde de su piedad o alguna posición en la iglesia", así lo indicó el Papa Francisco durante su homilía de la misa que celebra cada mañana en el Vaticano.
El Papa Francisco reflexionó sobre la lectura del Evangelio de hoy San Marcos, en la que se relata el encarcelamiento y la muerte de San Juan Bautista.
Seguir el camino de humildad.
Todos, incluyendo los miembros del clero, pueden ser tentados a tomar el camino del mundo y tratar de evitar la humillación subiendo la proverbial escalera del éxito.
Esta tentación de escalar también puede ocurrirle a los pastores. Pero si un pastor no sigue este camino (de la humildad), no es un discípulo de Jesús: es un escalador en sotana. No hay humildad sin humillación.
La misión de San Juan no era sólo anunciar la llegada del Mesías, sino también dar testimonio de Jesucristo y darlo con su vida. Es dar testimonio del camino elegido por Dios para nuestra salvación: el camino de la humillación.
La humildad es el camino del cristiano.
La muerte de Jesús en la cruz, este camino de aniquilación, de humillación, es también nuestro camino, el camino que Dios muestra a los cristianos para seguir adelante.
Tanto Jesús como Juan el Bautista se enfrentaron a tentaciones de vanidad y orgullo: Cristo los enfrentó en el desierto mientras que Juan se humilló ante los escribas cuando se le preguntó si era el Mesías.
Aunque ambos murieron de la manera más humillante, Jesús y Juan el Bautista enfatizaron a través de su ejemplo que el verdadero camino es el de la humildad.
El profeta, el gran profeta, el más grande hombre nacido de mujer - así es como Jesús lo describe - y el Hijo de Dios han elegido el camino de la humillación. Es el camino que nos muestran y que los cristianos debemos seguir.
Qriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.
