Papa Francisco: Las caricias son una medicina muy cara, porque para tenerla y poder darla, debes poner todo tu corazón, todo tu amor
"La medicina más importante en la familia: las caricias", así lo expresó el Papa Francisco e una reunión que tuvo en la Auletta del Salón Paul VI con un grupo de niños y jóvenes que se encuentran en recuperación en el Hospital Pediátrico Bambino Gesu de Roma, acompañados por sus padres y los médicos que cuidan de ellos.
"¡Son una familia! Y ¿qué es más importante que una familia? La madre, el padre, los hermanos mayores, los abuelos, los niños...Cada uno es más importante que el otro, ¡y todos ustedes son importantes!", dijo el Santo Padre
Los jóvenes de entre 5 y 18 años son protagonistas de una serie televisiva llamada "Los niños del Bambino Gesu" en la RAI.
En este encuentro estuvieron presentes, entre otros, la Presidenta del Hospital Pediátrico, Mariella Enoc y el Director General de la RAI, Antonio Campo Dall Orto.
Tras la presentación y algunas fotos, el Papa Francisco leyó la nota que los niños le dedicaron.
"Querido Papa Francisco, gracias por reunirte con nosotros. Estamos felices de estar aquí porque nos das esperanza y coraje para el mañana. Te amamos, ¡gracias! Atentamente, los niños del Bambin Gesu".
El Papa Francisco se sintió muy conmovido por el encuentro con estos niños y respondió con alegría:
Gracias por las fotografías, por el libro, y también por la dedicatoria.
Aquí hay muchas historias. Cada uno de ustedes es una historia. Y no sólo los niños enfermos, sino también los médicos, las enfermeras, los visitantes, las familias...
Voy a decir dos cosas que tengo en mente en estos momentos.
Anoté una de ellas cuando vinieron ¿Hace dos meses? Les saludé, y fue el Dr. Enoc quien me acompañó a saludarlos, con un médico, y juntos me presentaron todas las personas presentes.
Los conocían a todos, el nombre de cada uno, me decían: "Este está luchando con esta enfermedad..."
Incluso ellos sabían lo que les estaba sucediendo en sus vidas. Y yo me di cuenta, percibí que más que un hospital, esta es una familia.
Primero hablaban de la persona, mencionaban el nombre, su historia, y sólo al final de la introducción, la enfermedad mencionada, como si fuese un incidente, un aspecto secundario. Se nota como es mucho más importante la persona. Hay una familia aquí, ¿lo ven?
Y ahora, otra cosa que voy notando: Estaban un poco avergonzados de ponerse de pie y tener una mala impresión frente a este aparato [la cámara] y la directora, que es como una madre, se acercó a ustedes, y dijo: "vengan" y les dio valor.
Es algo encantador de esta familia, es precioso...Ir a un hospital normalmente da miedo. Lo veo cuando me acerco a algunos niños, no todos, pero algunos pequeños me ven y empiezan a llorar, pensando que soy el médico que viene a ponerles la vacuna, lloran y tienen miedo, entonces al darles caricias se calman.
Siempre hay una función en este hospital, esto debe hacerse, porque existe el peligro.
Las caricias: la medicina más importante.
Existe el riesgo de olvidar la medicina más importante que una familia puede dar: ¡las caricias! Es una medicina muy cara, porque para tenerla y poder darla, debes poner todo tu corazón, todo tu amor. ¡Y aquí hay caricias!, las caricias de los médicos, de las enfermeras, de la directora, de todos.
En este último período, el Bambin Gesu ha crecido mucho, y se han convertido en una familia...El niño enfermo encuentra en ustedes una familia. Familia y comunidad.
Y quiero agradecerles por esto, porque el Bambin Gesu es un testimonio, un testimonio humano. Es un hospital católico, y para ser católico primero debes ser humano y dar un testimonio humano. Por favor, continúen de esta manera siempre.
[...] ¿Vieron que el helipuerto del Vaticano también está ocupado por ustedes? , cuando hay niños que deben llegar al hospital con urgencia, llegan en helicóptero de aquí y van al otro lado. Saben cómo moverse, saben cómo encantar, porque este espíritu ha sido contagiado, han contagiado a todos. ¡Son una familia! ¿Qué es lo más importante de una familia? La madre, el padre, los hermanos mayores, los abuelos, los niños...
Cada uno es más importante que el otro, y todos son importantes, siempre deben estar juntos. Ahora pidamos al Señor que nos bendiga. Y por favor, oren por mí. No se olviden de eso, gracias.