Papa Francisco: No podemos ser buenos cristianos si no permanecemos en Jesús. Y sin embargo, con él, podemos hacerlo todo. Pero Jesús también nos necesita
Papa Francisco: Permanecer en Jesús para ser buenos cristianos.
El Papa Francisco se ha dirigido a los fieles del mundo en el quinto domingo de Pascua y reflexiona sobre cómo, para dar testimonio de Cristo, es necesario estar unidos a Él y permanecer en Él activamente. "Una vida verdaderamente cristiana da testimonio de Cristo", dijo el Papa en esta oportunidad, afirmando además que "No somos buenos cristianos si no permanecemos en Cristo". Fuero palabras expresas durante el rezo del Regina Coeli de 2 de mayo, 2021.
Realizando sus comentarios sobre el Evangelio de San Juan (Juan 15,1-8) en el que el Señor se presenta como la verdadera vid, y habla de nosotros como los sarmientos que no pueden vivir sin estar unidos a él, el Papa Francisco explicó que así como nosotros necesitamos al Señor, Jesús nos necesita a nosotros.
Papa Francisco: Permanecer en Jesús.
Hablando durante el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco dijo que "no hay vid sin sarmientos, y viceversa. Los sarmientos no son autosuficientes, sino que dependen totalmente de la vid, que es la fuente de su existencia". Señaló que la lectura del Evangelio del día repite siete veces el verbo "permanecer",
"Antes de dejar este mundo e ir al Padre, Jesús quiere asegurar a sus discípulos que pueden seguir unidos a él", explicó el Papa, y añadió que "este permanecer no es una cuestión de permanecer pasivamente, de adormecerse en el Señor, dejándose adormecer por la vida".
"Ese «permanecer en Él» que nos propone Jesús, es permanecer de forma activa, y recíproca", indicó el Papa.
Una necesidad recíproca.
El Papa Francisco prosiguió su discurso expresando que "en efecto, los sarmientos no pueden crecer y dar fruto sin la vid, como la vid necesita los sarmientos, ya que el fruto no crece en el tronco del árbol... Es una necesidad recíproca; se trata de permanecer recíprocamente para dar fruto", dijo el Santo Padre.
En primer lugar, dijo el Papa Francisco, le necesitamos a Él: "antes de la observancia de sus mandamientos, antes de las bienaventuranzas, antes de las obras de misericordia, es necesario estar unidos a Él, permanecer en Él".
"No podemos ser buenos cristianos si no permanecemos en Jesús. Y sin embargo, con él, podemos hacerlo todo", dijo. "Pero también Jesús", añadió el Papa, "como la vid con los sarmientos, Él nos necesita".
Papa Francisco: ¿Cómo nos necesita Jesús?
Observando que esto, de una necesidad recíproca, puede parecer un concepto audaz, el Papa Francisco invitó a los fieles a preguntarse "¿en qué sentido nos necesita Jesús? Él necesita nuestro testimonio", dijo el Santo Padre.
El Papa Francisco indicó que "después de ascender al Padre, recordó, fue tarea de los discípulos, y es nuestra tarea, seguir anunciando el Evangelio con palabras y con hechos".
"Debemos hacerlo", dijo el Papa, dando testimonio de su amor: "el fruto que hay que dar es el amor. Solo permaneciendo unidos a Cristo, explicó el Papa, "recibimos los dones del Espíritu Santo, y así podemos hacer el bien al prójimo y a la sociedad, a la Iglesia. Una vida verdaderamente cristiana da testimonio de Cristo", indicó el Santo Padre.
Dependemos de la oración.
Para concluir, el Papa Francisco recordó las palabras de Jesús "Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y se os hará", y explicó que la fecundidad de nuestra vida depende de la oración:
"Podemos pedir pensar como él, actuar como él, ver el mundo y ver las cosas con los ojos de Jesús. Y así, amar a nuestros hermanos, empezando por los más pobres y los que más sufren, como hizo él, y amarlos con su corazón y llevar al mundo frutos de bondad, caridad y paz", dijo para concluir el Papa Francisco en su reflexión del Regina Coeli
Qriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.
