Santa Bernadette Soubirous presenció las apariciones de María, Virgen de Lourdes. Santa Bernardita de Lourdes se hizo religiosa y fue muy piadosa. Biografía
Santa Bernadette Soubirous (Santa Bernardita) Vidente de Lourdes.
Santa Bernadette Soubirous o Santa Bernardita, (también conocida como Santa Bernadette de Lourdes) fue una niña de condición muy humilde, analfabeta, una pastorsita mística con un noble e inmenso corazón entregado al rezo del Santo Rosario. Apenas tenía 14 años de edad, cuando la Virgen María se le apareció por primera vez en la roca de Massabielle, en los Pirineos franceses. La Virgen María se le apareció en varias ocasiones, y fue en la aparición del 25 de marzo de 1858, que la Virgen se le presenta a Santa Bernardita con el nombre de: "Yo soy la Inmaculada Concepción". Cuatro años antes de esta revelación, el Papa Pío IX había declarado el dogma de la Inmaculada Concepción de María, algo que Santa Bernardita no podía saber. Después de una investigación exhaustiva, se consagró para siempre la advocación de la Virgen de Lourdes a santuario mariano internacional.
Fiesta: 16 de abril.
Martirologio romano: En Nevers siempre en Francia, Santa María Bernarda Soubirous, una niña virgen, que, nacida en la ciudad de Lourdes y provienen de una familia muy pobre, experimentó la presencia de la Santísima e Inmaculada Virgen María, más tarde, tomó el hábito religioso, y llevó una vida de humildad y oculta a los ojos del mundo.
Biografía de Santa Bernardita.
Santa Bernadette, conocida también como Santa Bernardita de Lourdes, fue una pequeña niña muy humilde y piadosa elegida por la Santísima Virgen María para acoger, transmitir y vivir el Mensaje de Nuestra Señora de Lourdes.
A imagen de Dios que elige siempre a los humildes para que resalte mejor la acción divina, La Virgen María posó su mirada maternal y su dulce sonrisa sobre esta niña pobre, ignorante, pero llena de fe y alma transparente.
Santa Bernardita de Soubirous era pequeña para su edad, enclenque, ligeramente asmática, su cara era redonda pero regular, sus ojos hermosos. Su talla menuda la hacía pasar por una chica de 2 a 3 años más joven de lo que era en realidad. Todo en Bernardita respiraba inocencia, sencillez, bondad.
La pequeña Santa Bernardita Contaba con apenas catorce años, pero la enfermedad y el trabajo le habían impedido ir a la escuela, por lo que no sabía leer ni escribir. Tampoco sabía hablar francés; solo habla el dialecto de Lourdes, mientras que el catecismo se enseñaba en francés.
Santa Bernardita y su primera visión de la Virgen.
Acompañada de su hermana y de una amiga, Santa Bernardita se dirige a la Gruta de Massabielle, al borde del Gave, para recoger leña, ramas secas y pequeños troncos. Mientras se está descalzando para cruzar el arroyo, oye un ruido como de una ráfaga de viento, levanta la cabeza hacia la Gruta: "Vi a una señora vestida de blanco: llevaba un vestido blanco, un velo también de color blanco, un cinturón azul y una rosa amarilla en cada pie".
Hace la señal de la cruz y reza el rosario con la Señora. Terminada la oración, la Señora desaparece de repente. Era Nuestra Señora de Lourdes que se le había manifestado.
La Virgen de Lourdes vuelve a aparecerse.
Tres días más tarde, Santa Bernardita, su hermana María y otras niñas regresaron a la gruta, donde Bernardita inmediatamente se arrodilló, diciendo que podía ver el "aqueró (Aquello o Aquella) de nuevo.
El 18 de febrero, Santa Bernardita de Soubirous dijo que "la visión" le pidió que regresara a la gruta todos los días durante una quincena. Con cada visita, Santa Bernardita vio a la Virgen María y el período de visiones cotidianas se hizo conocido como "la Quinzaine sacrée", que significa "santa quincena".
Cuando Santa Bernardita comenzó a visitar la gruta, sus padres se avergonzaron e intentaron detenerla, pero no pudieron hacerlo. El 25 de febrero, la pequeña Bernardita afirmó haber tenido una visión que le cambió la vida.
La visión le había dicho que "bebiera del agua del manantial, que lavara y comiera de la hierba que crecía allí" como un acto de penitencia. Al día siguiente, las aguas fangosas de la gruta se habían despejado y fluía agua fresca y clara.
El 2 de marzo, en la decimotercera de las apariciones, Santa Bernardita de Soubirous le dijo a su familia que la señora triste "se debe construir una capilla y se debe formar una procesión".
La Inmaculada Concepción: Virgen de Lourdes.
Durante su decimosexta visión, Santa Bernardita afirma haber experimentado durante más de una hora, esta fue el 25 de marzo. Santa Bernardita afirmó haber preguntado a la mujer su nombre, pero su pregunta solo se encontró con una sonrisa. Santa Bernardita volvió a preguntar, tres veces más, y finalmente la mujer dijo: "Yo soy la Inmaculada Concepción".
Aunque mucha gente del pueblo creía que de hecho había estado viendo a la Santísima Virgen, la historia de Santa Bernardita creó una división en su ciudad. Muchos creían que estaba diciendo la verdad, mientras que otros creían que tenía una enfermedad mental y exigían que la internaran en un asilo mental. Algunos creían que las visiones de Santa Bernardita de Soubirous significaban que necesitaba orar por penitencia.
Dando validez a las visiones.
Las autoridades eclesiásticas y el gobierno francés entrevistaron rigurosamente a la pequeña niña, y en 1862 confirmaron que hablaba la verdad.
Desde que Santa Bernardita causó que la primavera produjera agua limpia, el gremio Médico de Lourdes había confirmado 69 sanaciones inexplicables y, después de lo que la Iglesia afirmó eran "exámenes científicos y médicos extremadamente rigurosos", nadie fue capaz de explicar qué causó estas sanaciones.
La Comisión de Lourdes, que examinó inicialmente a Santa Bernardita, realizó un análisis sobre el agua, pero solo pudo determinar que contenía un alto contenido mineral. Santa Bernardita creía que era la fe y la oración las responsables de curar a los enfermos.
La última vez que Santa Bernardita de Lourdes siente interiormente el misterioso llamamiento de la Virgen, la lleva a dirigirse a la Gruta; pero el acceso a ella estaba prohibido y la gruta, vallada. Camina, pues, al otro lado, enfrente de la Gruta.
"Me parecía que estaba delante de la gruta, a la misma distancia que las otras veces, no veía más que a la Virgen, jamás la había visto tan bella"
En noviembre de 1864, Santa Bernardita de Lourdes ingresa a la vida religiosa en Nevers, y recorre sucesivamente las etapas del postulantado, noviciado y profesión religiosa. Al comienzo, Santa Bernardita sentía nostalgia de su tierra. A lo que dirá: "Este es el mayor sacrificio de mi vida".
Lo superará con gran ánimo, y también con humor. Y asumirá sin reservas esta nueva etapa: "Mi misión en Lourdes ha terminado... Lourdes no es el cielo".
Muerte de Santa Bernardita.
De 1875 a 1878, la enfermedad avanza. En ese estado, Santa Bernardita de Lourdes pronuncia los votos perpetuos. El 11 de diciembre de 1878, guarda cama definitivamente en su "capilla blanca", como llama ella a la gran cama con cortinas. Postrada en la cama sufre soportando con paciencia la desesperación del ahogo por el asma, y los dolores del cuerpo por la tuberculosis y el cáncer de hueso en la rodilla
Santa Bernardita de Lourdes muere el 16 de abril de 1879, a los 35 años. Su cuerpo se mantiene incorrupto, solo recubierto el rostro y las manos con una fina película de cera.
El 14 de junio de 1925, ocurre la beatificación de Bernardita por el Papa Pío XI, en San Pedro de Roma. El 8 de diciembre de 1933, fiesta de la Inmaculada Concepción, Santa Bernardita de Soubirous es canonizada por el Papa Pío XI. Santa Bernadette Soubirous es la santa patrona contra las enfermedades y de la pobreza.
Oración a Santa Bernadette Soubirous.
Oh dulce niña sierva de Dios, pura, virgen y humilde Santa Bernardita de Lourdes, tú que tuviste el privilegio de contemplar la belleza de la Santísima Virgen María, la Inmaculada Concepción, y de ser receptora de su confianza dieciocho veces en la gruta de Lourdes. Tú que desde entonces deseaste hacerte más pequeña aún encerrándote en el claustro de Nevers y vivir allí y morir como víctima ofrecida en forma voluntaria por la conversión de los pecadores, te rogamos que alcances para nosotros ese espíritu de pureza, para que nos conduzca también a la visión gloriosa de Dios y de la Virgen María en el cielo. Por tu intercesión, acompañada de la Santísima Virgen de Lourdes, y en el Nombre de Jesús, te lo pedimos Amén.
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