Papa Francisco: La Oración y Predicación es la Fuerza del Cristiano

"La oración cristiana no es una manera de estar un poco en paz consigo mismo o de encontrar algo de armonía interior; oramos para llevar todo a Dios, para confiarle el mundo... nuestro poder no reside en vencer o gritar en voz alta, sino en ejercer el suave poder de la oración, con el que incluso se pueden detener las guerras y obtener la paz", así lo dijo el Papa Francisco en su homilía de la misa vespertina del sábado en la ciudad portuaria italiana de Génova, el 27 de mayo, 2017. Con la celebración de la Santa Misa, el Papa Francisco concluyó con la misa su intensa visita apostólica de un día a la ciudad portuaria italiana de Génova.

No cansarse en trabajar por el bien común.

El Papa Francisco dijo a los fieles presentes para la ceremonia al aire libre en la Plaza Kennedy de Génova, que "los cristianos no deben cansarse de trabajar por el bien común, nunca deben temer salir al mundo con el mensaje de paz y esperanza de Cristo".

La Santa Misa celebrada en el paseo marítimo de la plaza Kennedy fue el evento final de la visita del Papa Francisco de un día a la ciudad, durante la cual se reunió con el clero y religiosos, jóvenes, prisioneros, niños y personal de un hospital pediátrico y almorzó con pobres y marginados.

La Oración tiene el poder y la fuerza de Dios.

"En la Ascensión de Cristo se revela el poder de Jesús, la fuerza de Dios que ha unido la tierra con el cielo para nosotros", dijo el Papa. "Y este poder continúa aún hoy y durará para siempre en las incesantes oraciones e intercesión de Cristo por nosotros ante el Padre, cada momento, especialmente en cada Misa", indicó el Santo Padre.

El Papa Francisco aseguró a los fieles que "Jesús nos ha dado esta capacidad de interceder también a nosotros, a su Iglesia, que tiene el poder y también el deber de interceder y orar por todos".

El poder de la oración es intercesión.

Sobre la oración, el Papa Francisco dijo que "el poder de la oración consiste en anclarse en Dios con nuestras cargas, personas y situaciones para no quedar sumergido en, lo que él describe como, este mal de vivir".

"La oración permite que Dios entre en nuestro tiempo", indicó el Santo Padre. "La oración es intercesión. No es tranquilidad, es caridad", expresó.

El Papa afirmó que "nuestro poder no reside en vencer o gritar en voz alta, según la lógica del mundo, sino en ejercer el suave poder de la oración, con el que incluso se pueden detener las guerras y obtener la paz".

Proclamar es ofrecer, no cerrarse.

Continuando, el Papa Francisco dijo que "otro poder de Jesús revelado en la Ascensión es el de la proclamación. Cuando Jesús envió a sus discípulos a proclamarlo con el poder del Espíritu Santo, Él confió en nosotros con todos nuestros defectos".

"Y en esto", dijo el Papa, "una gran imperfección que necesitamos superar de inmediato es la de cerrarnos en nosotros mismos".

"Esto se debe a que el Evangelio no puede ser encerrado y sellado, porque el amor de Dios es dinámico y quiere llegar a los demás", aseguró el Papa Francisco. "Por lo tanto, para proclamarlo, uno necesita salir, salir de sí mismo. Con el Señor está prohibido relajarse en las comodidades adquiridas", indicó.

El Papa Francisco afirmó que "un cristiano está siempre en movimiento con el Señor hacia los otros. Es un peregrino, un misionero, un maratonista de la esperanza, apacible, pero decidido a caminar", dijo. "El Señor desea que la proclamación siga adelante con su fuerza, no con la del mundo, con la límpida y humilde fuerza del testimonio gozoso. Esto es urgente", dijo el Santo Padre al concluir.

Sobre el poder de la oración.