San Bernardo de Corleone fue un Laico Capuchino que recibió buena formación religiosa y moral. Era muy devoto de Cristo crucificado y de la santísima Virgen
San Bernardo de Corleone. Fraile que vivió en oración y penitencia.
San Bernardo de Corleone fue un fraile franciscano capuchino cuya es un ejemplo de esperanza para todos los pecadores que buscan su conversión. Anteriormente era un soldado muy conocido por su temperamento feroz y con buena precisión con la espada, pero luego de cortarle el brazo aun oponente en un duelo, huyó y se escondió en un convento de frailes franciscanos capuchinos, donde el Espíritu Santo comenzó a trabajar en su alma y provocar su conversión, en donde se convirtió en un alma humilde, pobre, amable, gentil y austera.
Fiesta: 12 de enero.
Martirologio Romano: En Palermo, ciudad de Sicilia (hoy Italia), san Bernardo de Corleone, de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, admirable por su caridad y eximio por su penitencia
Biografía de San Bernardo de Corleone
San Bernardo (Filippo Latini), que así se llamaba de seglar nuestro santo, nació en Corleone (Sicilia, Italia), el 6 de febrero de 1605. De joven ejerció el oficio de zapatero.
Su casa era conocida como "la casa de los santos", porque tanto su padre como sus hermanos eran muy caritativos y virtuosos. Por ello, recibió una buena formación religiosa y moral. Era muy devoto de Cristo crucificado y de la Santísima Virgen María.
Un hecho violento lo lleva a encontrar su vocación
San Bernardo de Corleone tenía un carácter muy fuerte. En cierta ocasión, tuvo un enfrentamiento con otro joven; después de las palabras pasaron a las manos: ambos desenfundaron la espada y, tras un breve duelo, el otro quedó gravemente herido.
Al huir de la justicia humana, buscó refugio en una Iglesia, invocando el derecho de asilo, pero, aunque se libró de la justicia humana, no pudo escapar de su conciencia.
En la soledad y en la meditación, San Bernardo reflexionó largamente sobre el delito cometido y sobre toda su vida, desperdiciada, inútil y disipada, odiosa a los demás y dañina para su alma, lo más precioso que el hombre posee. Se arrepintió, invocó el perdón de Dios y de los hombres e hizo áspera penitencia.
Devoción y sus penitencias de San Bernardo.
Para reparar sus pecados, con vestidos de penitente, San Bernardo de Corleone decidió tomar el sayal de los Hermanos Menores Capuchinos. Abandonó Corleone, que le recordaba su pasado, y llamó a la puerta del convento de Caltanissetta, en Sicilia, donde fue admitido y tomó el nombre de Bernardo.
Como laico profeso de la orden de los Frailes Menores Capuchinos, fue en verdad un hombre nuevo, decidido a alcanzar una perfección cada vez más alta, con humildad, obediencia y austeridad.
En el convento San Bernardo de Corleone ejerció casi siempre el oficio de cocinero o ayudante de cocina. Además, atendía a los enfermos y realizaba una gran cantidad de trabajos complementarios, con el deseo de ser útil a todos, a los hermanos sobrecargados de trabajo y a los sacerdotes, a los que lavaba la ropa y prestaba otros servicios.
San Bernardo de Corleone también dormía en el suelo, no más de tres horas diarias, y multiplicaba sus ayunos.
"La cruz, aunque en sí misma es algo horrible - y especialmente lo era antes de la Pasión de Cristo, es todavía algo que hay que desear ardientemente, porque es la fuente de la vida. Todos buscan y anhelan la vida eterna; nadie se encuentra tan bajo como para no decir que la desea y la busca. Pero los malvados no la buscan de la manera correcta, porque la quieren tanto como sus crímenes y pecados". San Bernardo de Corleone.
Destellos de santidad
Aunque inculto e iletrado, San Bernardo de Corleone alcanzó las alturas de la contemplación, conoció los más profundos misterios, curó enfermos, distribuyó consuelos y consejos, intercedió con su oración para alcanzar de Dios abundantes gracias para los demás. Esto lo realizó durante treinta y cinco años, hasta su muerte.
La oración asidua de San Bernardo, su caridad ferviente, su devoción por la Santa Cruz, su filial devoción a la Virgen Inmaculada y su acendrada devoción a la Eucaristía (a pesar de las costumbres de aquellos tiempos, recibía la comunión diariamente), fueron el secreto de su santidad. De la Cruz, San Bernardo diría:
"El que quiere encontrar al Señor, lo encuentra en la cruz; y por lo tanto, el que abandona la cruz, abandona también al Señor. El que arde en deseos de la cruz y del Señor, encuentra ambos juntos; y no encuentra un vacío, sino una fuente de gracia abundante".
Muerte de San Bernardo de Corleone.
Tan dio en esta vida, San Bernardo de Corleone, que se preocupó por conformarse a Cristo crucificado. Tomó en serio el Evangelio y trató siempre de vivirlo con todas sus consecuencias hasta el último suspiro de su vida.
San Bernardo murió el 12 de enero de 1667 en Palermo. Tenía 62 años. El papa Clemente XIII lo beatificó el 15 de mayo de 1768, y el Papa San Juan Pablo II lo canonizó el 10 de junio del 2001.
Una explicación comentada en video por un Fraile que conoció su vida, puedes encontrarla a continuación.
Oración a San Bernardo de Corleone.
Oh Dios, nos has dado a San Bernardo como un ejemplo admirable de penitencia y de vida evangélica. Por su intercesión, que podamos crecer en el espíritu de conversión y así llegar a amarte por encima de todo y obedecer tu voluntad en todas las cosas. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por siempre y para siempre. Amén.
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