Papa Francisco: Hoy, se enseña a los niños que pueden elegir su propio género. Este pecado de la ideología de género es apoyado por países muy influyentes
El Papa: Es Terrible enseñarle a los Niños que pueden elegir su género.
En una reunión con los obispos polacos durante la Jornada Mundial de la Juventud, cuya transcripción fue dada a conocer el 7 de agosto de 2017 por el Vaticano, el Papa Francisco informó que existen poderosas instituciones que financian la difusión de la Teoría del Género en escuelas. Además, el Papa Francisco afirmó que lo que él llama Teoría de Género (que todos puedan elegir su propio sexo) es exactamente todo lo contrario a la creación de Dios.
En esta reunión, el Papa Francisco también dijo que había el tema discutido en su momento, con el Papa Emérito Benedicto XVI, quien le dijo a su sucesor: "Su Santidad, estamos viviendo en una era de pecado contra Dios el Creador".
La Teoría del Género es todo lo contrario a la creación de Dios.
En su reunión, el Papa Francisco señaló que "a menudo este pecado es apoyado financieramente por países muy influyentes: Una forma de colonización ideológica que es terrible".
El Papa Francisco dio un ejemplo diciendo: "Tocaré el tema claramente con nombre y apellido, el género. Hoy en día se enseña a los niños en la escuela que todos pueden elegir su propio sexo".
¿Por qué enseñan esto? Porque los libros provienen de personas e instituciones que dan dinero y han financiado este tipo de educación.
Dios creó al hombre y a la mujer. Dios creó el mundo de este modo y estamos haciendo exactamente lo contrario.
La imagen de Dios está siendo aniquilada.
El Papa vinculó la Teoría de Género con la explotación de los seres humanos y del mundo natural. Sugirió que ambos procedían de una falta de apreciación de la dignidad dada por Dios a la humanidad:
Es un problema global. La explotación de la creación y la explotación de las personas. Vivimos en un momento en que la humanidad, como la imagen de Dios, está siendo aniquilada. Esta explotación llevó a guerras y pobreza, y, por lo tanto, a su vez a la crisis de refugiados.
En su encíclica Laudato Si, el Papa relacionó de manera similar la explotación económica con la "Teoría del Género". Él criticó el deseo de anular la diferencia sexual, diciendo:
Pensar que disfrutamos del poder absoluto sobre nuestros propios cuerpos se convierte, a menudo sutilmente, en pensar que disfrutamos del poder absoluto sobre la creación.
Debemos dar la bienvenida.
Los comentarios del Papa Francisco sobre la explotación se produjeron después de una pregunta del obispo auxiliar Krzysztof Zadarko, de Koszalin-Kolobrzeg, quien preguntó cómo ayudar a los inmigrantes que venían a Europa y el temor de una posible invasión o agresión que ha paralizado a la sociedad.
El Santo Padre dijo que la respuesta de cada gobierno tendría que depender de la situación de cada país y de cada cultura. Pero dijo que todo el mundo debe tener un corazón abierto dispuesto a recibir, ¡esto es absoluto!
En la Jornada Mundial de la Juventud, la semana pasada, el Papa instó a Polonia a dar la bienvenida a los que huyen de las guerras y el hambre, observaciones consideradas como un desafío a un país donde existe una fuerte oposición pública a la migración masiva.
La Iglesia debe estar cerca del pueblo.
En la reunión, el Papa Francisco respondió a las preguntas de cuatro obispos, el primero de Monseñor Marek Jedraszewski, de Lodz, quien preguntó al Papa cómo podría responder la Iglesia a la cultura contemporánea atea-liberal.
Papa Francisco advirtió de una "espiritualidad subjetiva sin Cristo" y dijo que, para llevar a Cristo a las personas, los obispos y sacerdotes deben estar cerca del pueblo. Él dio el ejemplo del Papa San Juan Pablo II, que como sacerdote en Polonia iba de viaje con estudiantes universitarios a su cuidado, llevándolos a las montañas y practicando el deporte. Él los escuchaba, estaba con los jóvenes.
Mariel Parra, Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré. Por eso mi corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro (Salmo 16,8-9)
