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Categoría: Aprende a orar
Boletín diario del Evangelio de hoy por email

En las oraciones de estas Letanías para pedir humildad Dios suele conceder lo que se pide y a veces el camino de la humildad es humillación.

Letanías de la Humildad para la sanación de la soberbia.

La letanía de humildad es una conmovedora oración que nos acerca más a Nuestro Señor Jesucristo. ¿Te preocupan constantemente lo que otros piensen de ti? ¿Te sientes frustrado o vacío o si no eres el centro de atención en algún momento de tu vida? La letanía de humildad pide la asistencia divina de nuestro Señor en la virtud de la humildad, siguiendo sus pasos y dejando a un lado, o al menos ofreciéndole a ÉL, todas esas molestas dudas y temores que vienen con nuestro aunado a nuestro egocentrismo, a nuestra soberbia, a nuestro querer sobresalir

Nuestro Señor nos pide en el evangelio de Mateo que aprendamos de Él "que soy manso y humilde de corazón" (Mateo 11,29). En esta Letanía, compuesta por el Cardenal Rafael Merry de Val (1865-1930), secretario del Estado para el Papa San Pío X, nosotros pedimos que Dios llene nuestros corazones y almas con una auténtica humildad, una virtud esencial para la santidad. Después de todo, como se lee en la carta de Santiago: "Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes" (Santiago 4,6)

Letanía de la Humildad.

Jesús, manso y humilde de Corazón,
- Óyeme.

Del deseo de ser lisonjeado,
- Líbrame, Jesús.

Del deseo de ser alabado,
- Líbrame, Jesús.

Del deseo de ser honrado,
- Líbrame, Jesús.

Del deseo de ser aplaudido,
- Líbrame, Jesús.

Del deseo de ser preferido a otros,
- Líbrame, Jesús.

Del deseo de ser consultado,
- Líbrame, Jesús.

Del deseo de ser aceptado,
- Líbrame, Jesús.

Del temor de ser humillado,
- Líbrame, Jesús.

Del temor de ser despreciado,
- Líbrame, Jesús.

Del temor de ser reprendido,
- Líbrame, Jesús.

Del temor de ser calumniado,
- Líbrame, Jesús.

Del temor de ser olvidado,
- Líbrame, Jesús.

Del temor de ser puesto en ridículo,
- Líbrame, Jesús.

Del temor de ser injuriado,
- Líbrame, Jesús.

Del temor de ser juzgado con malicia,
- Líbrame, Jesús.

Que otros sean más amados que yo,
- Jesús dame la gracia de desearlo.

Que otras personas sean más
estimadas que yo,
- Jesús dame la gracia de desearlo.

Que otros crezcan en la opinión
del mundo y yo me eclipse,
- Jesús dame la gracia de desearlo.

Que otros sean alabados y de mí
no se haga caso,
- Jesús dame la gracia de desearlo.

Que otros sean empleados en
cargos y a mí se me juzgue inútil,
- Jesús dame la gracia de desearlo.

Que otras personas sean preferidos
a mí en todo,
- Jesús dame la gracia de desearlo.

Que otros sean más santos que yo con
tal que yo sea todo lo santo que pueda,
- Jesús dame la gracia de desearlo.

Amén.

La última petición de la letanía de la humildad poderosamente sugiere lo que implica la santidad: el amor a Dios y al prójimo por encima de todo, poner las necesidades de otros antes que las nuestras.

Nuestro querido Papa Francisco dijo en una oportunidad:
 
"¿Quién es el más importante de la Iglesia? ¿El Papa? ¿Los Monseñores? ¿Los Cardenales? ¿Los Párrocos de las más bellas parroquias? ¿Los presidentes de las asociaciones laicas? ¡NO! El más grande de la Iglesia es el que se hace servidor de todos, aquel que sirve a todos, no el que tiene más títulos". (Homilía en Santa Marta, 25/02/2020)

No nos preocupemos por ocupar altos rangos en la piedad, de lo contrario, puede ser que también lleguemos a ser como los fariseos nuestro Señor despreciaba, quienes se preocupaban por infligir castigos o poner cargas pesadas a los otros, más que en el amor de Dios y del prójimo, de modo que "todas sus obras lo hacían con el fin de ser vistos" (Mateo 23,5)

La Letanía de la Humildad hace frente al orgullo, pero cuando hablamos de orgullo, no estamos hablando acerca de cómo se siente cuando su hijo ha recibido un premio por una competencia de ortografía. Estamos hablando de uno de los más mortíferos de los pecados, la soberbia que provoca la altanería, los celos o la ira por los desaires o insultos. Esperemos que la letanía de la humildad pueda inspirarle en su propio viaje sagrado y especial hacia la santidad.

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Redacción y edición: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

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