Este sitio web utiliza Cookies para mejorar la experiencia de usuario, además de mejorar la velocidad y la seguridad del sitio durante su visita. Estas cookies se utilizan para adaptar el contenido de la web a las preferencias del Usuario del Servicio y optimizar el uso del sitio, las cuales permiten que el dispositivo reconozca al usuario y muestre adecuadamente el servicio ofrecido, adaptada a sus necesidades individuales. Puede retirar su consentimiento u oponerse al procesamiento de datos basado en intereses legítimos en cualquier momento haciendo clic en "Configuración" o en nuestra Política de Cookies en este sitio web. Te invitamos a leer nuestra política de privacidad
FACEBOOK
TWITTER
WHATSAPP
TELEGRAM
Categoría: Aprende a orar
Boletín diario del Evangelio de hoy por email

Dios nos regala su presencia , pero no irrumpe por la fuerza. Aquí tienes algunas maneras de invitar a Dios a tu vida y a tu corazón

En cierta ocasión participé en un retiro espiritual y una persona me dijo: "He llegado a creer que Dios no nos empuja a hacer las cosas. Aunque nos ofrece una gran cantidad de invitaciones y recordatorios, no irrumpe en nosotros por la fuerza. Espera a que lo invitemos". Y esto por supuesto que es así. Hay maneras de invitar a Dios a tu vida y que te hable al corazón de una manera sencilla.

Poco después de aquel intercambio, nos dirigimos a la capilla donde el director del retiro leyó en voz alta la parábola del Hijo pródigo. Me di cuenta de que en este clásico relato de la naturaleza divina, el padre no acosó a su hijo para que regresara a casa de inmediato.

Esperó hasta que su hijo decidiera regresar. Tan pronto como el hijo hizo el primer intento de regresar, su padre corrió hacia él con los brazos abiertos.

4 maneras de invitar a Dios a tu vida y que te hable al corazón

Si por casualidad sientes que Dios no está tan presente en tu vida como te gustaría, que muros invisibles te impiden sentir su presencia consoladora y no recibes inspiraciones divinas por ningún medion, entonces te presento  estas 4 maneras sencillas de invitarle a que esté contigo

1. Comienza tu día con una invitación a Dios.

Si tus intenciones son buenas, el resultado natural de éstas es que la vida te ofrece más resultados de los que esperas. Por lo tanto, mantén tus buenas intenciones invitando a Dios cada mañana a que sea parte de tu vida.

Te darás cuenta de que al invitar a Dios tienes menos probabilidades de tomar el camino equivocado, y cuando lleguen los problemas, te sentirás fortalecido por la fuerza y compasión divinas.

2. Pide ayuda.

Si estás preocupado por un desafío que se avecina, invita a Dios por adelantado. Dile esta pequeña oración:

"Dios mío, te pido que estés conmigo mientras enfrento este desafío. Ayúdame a mantener la calma y la concentración. Amén"

Al pedir la ayuda de Dios e imaginar que Dios está presente contigo, te abrirás a la gracia divina que te rodea, durante y después que se avecine el evento.

3. Sé conciente de la obra de Dios.

Pon atención a la naturaleza, que en sí misma es una evidencia amplísima de la presencia de Dios. Independientemente de lo que haya frente a tu puerta, la naturaleza tiene mensajes espirituales muy importantes para ti.

Puede ser la estabilidad de las montañas, la generosidad de la tierra, o la simplicidad de una planta que crece en la grieta de tu banqueta.

Abre tu corazón a la naturaleza y te darás cuenta de que la vida divina fluye a través de ella.

4. Silénciate.

El balancear el activismo diario con un momento de silencio permite que Dios hable a nuestro corazón. Hay muchas maneras por medio de las cuales puedes añadir momentos de silencio a tu día.

Apaga el radio mientras conduces tu auto o haz a un lado el periódico mientras vas en el autobús rumbo a tu trabajo.

Aprovecha un momento de silencio mientras esperas a que reparen tu carro, antes de que comience una reunión, o antes de entrar al consultorio del doctor.

Oración para hablar con Dios.

Dios mío, no estoy seguro de qué decir en este momento, no me salen las palabras. Solo me gustaría platicar contigo de corazón a corazón. Es la primera vez que hago esto, y para ser honesto, siento que soy una persona extraña ante Ti.

Deseo hablar contigo como con un amigo. Gracias por las formas en que me has bendecido, gracias por las lecciones que me has enseñado y la forma en que vas indicándome el camino a seguir. Ayúdame a fortalecer mi fe, a apoyarme y confiar más en ti. Solo Tú sabes qué es lo que mejor me conviene.

No soy la persona más fiel, pero quiero serlo. Necesito tu ayuda, y te pido que seas una presencia viva en mi vida. Ayúdame a construir una relación contigo. Ayuda a que mi fe crezca. Amén.

Adaptación y contenido agregado: Andrea Pérez, PildorasdeFe.net | Con información de extraída de: Loyola Press

pildorasdefe andrea perez de quero firmaAndrea Pérez, Venezolana viviendo en Ecuador, hija de Dios, mujer de fe, madre y esposa. De profesión ingeniera, y de corazón misionera. Trabajando día a día en mi crecimiento espiritual y buscando la coherencia, tomando como guía la frase de San Pablo: Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir (Ro 12,2)

Contenido publicado en Píldoras de fe - Para compartir de forma correcta este contenido use los botones de compartir en redes sociales disponibles para ello. Lea nuestro aviso para cualquier otra información: Términos legales - Pildorasdefe.net
Boletín diario del Evangelio de hoy por email
Apoya esta misión


Si crees que este apostolado ha sido de bendición para tu vida, y si está en tus posibilidades hacer una ofrenda voluntaria, de modo que sigamos llevando de forma gratuita esta buena obra, puedes hacerla a continuación.

Recursos de Utilidad