Papa Francisco: Los católicos tienen que preguntarse si muestran a los demás la misericordia que les ha mostrado Dios. Sean Misioneros de la Misericordia
El Papa pide a los católicos ser misioneros de la Misericordia.
Roma, 12/04/21 -" Como los discípulos, que experimentaron la misericordia divina de Jesús después de la resurrección, todos los cristianos están llamados a convertirse en misioneros, compartiendo el Evangelio del amor y la misericordia de Dios con los demás", así lo expresó el Papa Francisco el 11 de abril en el día de la Fiesta de la Divina Misericordia de Jesús, exhortando además que: "los católicos de hoy, tienen que preguntarse si muestran a los demás la misericordia que les ha mostrado Dios".
El Papa Francisco celebró la Misa por la Divina Misericordia el domingo en la Iglesia del Espíritu Santo de Roma, a una manzana de la Plaza de San Pedro. La iglesia es el Santuario de la Divina Misericordia de Roma, una devoción iniciada por Santa Faustina Kowalska y promovida por San Juan Pablo II.
Debido a las restricciones del COVID-19, menos de 100 personas estuvieron presentes en la misa, con máscaras y sentados solo dos personas por banco, excepto si eran miembros de la misma familia.
Al final de la celebración de la Santa Misa, el Papa Francisco dio las gracias a los invitados: enfermeras y médicos del hospital de al lado, refugiados, personas con discapacidad, sacerdotes que sirven como "misioneros de la misericordia", reclusos de varios institutos penitenciarios y representantes del servicio de protección civil de Italia. El Papa Francisco les dijo que representan "realidades donde la misericordia se hace concreta, se acerca y sirve a los que están en dificultad".
Después de rezar la oración del Regina Coeli con los presentes, el Papa Francisco saludó personalmente a cada uno, estrechando sus manos, bendiciéndolos e incluso posando para algunos selfies.
El Señor levanta con Misericordia.
En su homilía de la misa, el Papa Francisco se centró en cómo, antes de la resurrección, los discípulos malinterpretaron mucho de lo que dijo Jesús y cómo lo abandonaron o incluso lo negaron a la hora de su pasión y muerte. Pero cuando los discípulos están revoloteando con miedo en la habitación cerrada, señaló, el Señor resucitado se les aparece y "los levanta con su misericordia".
"Habiendo recibido esa misericordia, se vuelven misericordiosos a su ve. Es muy difícil ser misericordioso si no te han mostrado misericordia", dijo el Papa Francisco.
La importancia de la paz.
Diciendo: "La paz esté con vosotros", Jesús tranquiliza sus corazones atribulados y perdona sus faltas, dijo, levantándolos y llenándolos del valor que necesitan para ser sus testigos.
"Hoy Jesús nos dice también a nosotros: ¡La paz esté con vosotros! Sois preciosos a mis ojos. La paz esté contigo. Tú eres importante para mí. La paz sea contigo. Tienes una misión. Nadie puede ocupar tu lugar. Eres insustituible. Y yo creo en ti", dijo el Papa Francisco en la celebración de la Fiesta de la misericordia.
"Los discípulos eran culpables; habían huido, habían abandonado al maestro. El pecado trae consigo el tormento; el mal tiene su precio. Nuestro pecado, como dice el salmista, está siempre ante nosotros", afirmó el Papa Francisco
"Como aquellos discípulos, tenemos que dejarnos perdonar", dijo el Papa Francisco. "Pidamos la gracia de aceptar ese don, de abrazar el sacramento del perdón. Y para comprender que la confesión no tiene que ver con nosotros mismos y nuestros pecados, sino con Dios y su misericordia."
"No nos confesamos para abatirnos, sino para ser elevados", dijo el Papa, y "nosotros, todos nosotros, tenemos mucha necesidad de esto".
Transmitir la dulzura de la Misericordia.
Dirigiéndose a los sacerdotes, el Papa Francisco dijo que cada vez que escuchen la confesión de alguien, "deben transmitir la dulzura de la misericordia... la dulzura de Jesús, que lo perdona todo. Dios lo perdona todo".
El Papa Francisco indicó que "cuando Jesús mostró a los discípulos las heridas de su crucifixión, no se limitó a demostrar que había resucitado, sino que les permitió ver y tocar el hecho de que Dios nos ha amado hasta el final. Ha hecho suyas nuestras heridas y ha soportado nuestras debilidades en su propio cuerpo".
La primera lectura del día, extraída de los Hechos de los Apóstoles, relataba cómo la primera comunidad cristiana compartía todo lo que tenía en común. "Esto no es comunismo, sino cristianismo puro", dijo el Papa.
Los discípulos "descubrieron que compartían la misión, el perdón y el cuerpo de Jesús, por lo que les pareció natural compartir sus bienes terrenales", dijo. "Sus miedos se habían disipado al tocar las heridas del Señor, y ahora no tienen miedo de curar las heridas de los necesitados, porque allí ven a Jesús. Porque Jesús está ahí en las heridas de los necesitados", afirmó el Papa Francisco.
Así, el Papa Francisco expresó que "los católicos de hoy, tienen que preguntarse si muestran a los demás la misericordia que les ha mostrado Dios y si alimentan a los hambrientos como Jesús los alimenta en la Eucaristía... No permanezcamos indiferentes", dijo el Papa Francisco. "No vivamos una fe unidireccional, una fe que recibe, pero no da, una fe que acepta el don, pero no lo da a cambio".
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